sábado, 18 de julio de 2009

Dialogue avec mon jardinier

Un pintor de cierta fama en París, acabadito de separarse de su mujer, cínico y un poco amargado, se refugia en la casa del campo donde pasó su infancia. Apenas llegado, contrata a un jardinero, que resulta ser un antiguo amigo - olvidado ya - de la escuelita del pueblo. La película no es otra cosa que el encuentro de estos hombres, que ni siquiera tienen nombre. El jardinero llama Dupincel (Delpincel) al pintor, y el pintor Dujardin (Deljardín) al jardinero. Parece poco, pero Daniel Auteil y Jean-Pierre Darroussin, dos pesos pesados del cine francés, nos regalan una película entrañable, en la que cada uno nos transmite emociones de una manera distinta, muy personal, pero con la misma directa sutileza. Hay mucha complicidad entre los dos, lo que sin duda ayuda muchísimo a la relación entre sus personajes. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de una película. No tiene ninguna pretensión, es sencilla, para nada retorcida.
La recomiendo calurosamente.

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